Dejarse llevar. Así es como resultan muchas veces las sesiones de fotos; uno lleva la sesión pensada, imaginada, preparada, pero al final las mejores fotos salen de aquellos rincones o momentos inesperados. Con Victoria nos encontramos, desde sillas vintage, hasta coches quemados. A veces, el destino, o los destinos elegidos para la sesión, te ofrecen decoración inesperada.
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