Hacer una sesión postboda es volver a disfrutar de la boda, alargarla. Es una sesión divertida, sin tener que estar pendiente de horario.
Analía y Dani se casaron a finales de octubre, y tras la luna de miel, hicimos esta divertida sesión postboda.
En esta ocasión empezamos a las 13:30h, con vagones abandonados, muy cerquita de Pozuelo de Alarcón; repusimos fuerzas parando a comer en un restaurante poco habituado a ver a una pareja de novios degustando su menú, y acabamos por el centro de Madrid, sacando partido al anochecer temprano de un mes de noviembre.